viernes, 4 de marzo de 2011

"Cuando jugábamos con los ojos cerrados"

El Europeo de Basquetbol de 1989 significó para la selección local el alcanzar la cima del continente. Fue arrasar con cada rival, donde el dream-team yugoslavo vivió el momento más feliz de la historia, tal vez, uno de los últimos momentos más felices del país, que poco a poco se iba marchitando.


Una selección plagada de estrellas, estrellas que se iban sucediendo de generación en generación. Unos que se iban, otros que llegaban. Siempre hubo recambio y nuevos nombres y nuevos grandes jugadores.

En 1990 Yugoslavia cosechó su tercer campeonato del mundo, luego de los conquistados en 1978 y 1978.

Si bien la década del 80' fue muy buena, con el Oro Olímpico de 1980, el Bronce de 1984 y 1988 (plata-cayendo ante la URSS), además de dos Bronces en los Mundiales de Colombia 1982 y España 1986, lo que estaba por venir era inimaginable.

La década se cerraba con el campeonato Europeo de 1989, en la ciudad de Zagreb. El hoy remodelado Dom Sportova de la capital croata era la sede donde el seleccionado sudesalvo fue imparable con cada rival que enfrentó.

Los locatarios integraron el Grupo B junto a Grecia, Bulgaria y Francia, y los resultados fueron los siguientes.

103 a 68 por destrozo al combinado francés. 98 a 78 a sus vecinos búlgaros y 106 a 89 a una selección de Francia que llegó con otras ambiciones.

En las semifinales tocaba Italia, siempre complicados y con grandes cualidades defensivas.

Yugoslavia ganó por 17 con aportes importantes de su máxima figura, el mítico

Dražen Petrović, aquel genio nacido en Šibenik, Croacia (1964-1993) y que deslumbró al mundo entero. Capaz de convertir 112 puntos en un encuentro, y para muchos el mejor jugador europeo de la historia de este deporte. Su paso por el basquet español no fue el mejor a causa de que no notaban la capacidad de este fenómeno. Si logró hacer de las suyas en la NBA, en los Nets de Nueva Jersey, donde el nº 3 de Dražen permanece retirado del conjunto estadounidense luego de su fallecimiento.

Vlade Divac, Toni Kukoč, y Dino Radja eran quienes apoyaban el juego del mejor base de la historia, además de la presencia de Žarko Paspalj.

El conjunto de ensueño tenía La final. Pero la Unión Soviética caía en semifinales por un punto ante los griegos, quien se midieron en una despareja definición, tal vez no era la que quería el público yugoslavo, aunque de todas maneras el título de campeón era primordial. Fue 98-77 para Yugoslavia, donde Radja, Divac y Dražen fueron las figuras sobresalientes del partido.


El mítico Dražen (fallecido a los 28 años en un accidente de automovil en Alemania) y compañía vivieron el momento más feliz de sus vidas. Yugoslavia tambaleaba, croatas y serbios estaban enfrentados en diversas partes del territorio yugoslavo. El nacionalismo crecía en la región y lo peor estaba por venir. Pero en 1989, los protagonistas de una selección mágica vivieron en una cápsula de emocíones un momento único.

No debemos olvidar al DT del conjunto "Jug",Dušan Ivković, quien por una década logró arrasar con todo lo que Yugoslavia se propuso capturar. Hoy dirige a la Selección de las Águilas Blancas (Serbia)

El conjunto de Yugoslavia tenía en su plantel a los siguientes jugadores:

Dražen Petrović - Šibenik,Croacia

Toni Kukoč - Split, Croacia

Vlade Divac - Prijepolje, Serbia

Dino Rađa - Split, Croacia

Žarko Paspalj - Drniš, Croacia

Stojan Vranković - Pljevlja, Montenegro

Predrag Danilović - Sarajevo, Bosnia & Herzegovina

Jure Zdovc - Maribor, Eslovenia

Zoran Čutura - Zagreb, Croacia

Zdravko Radulović - Nikšić, Montenegro

Zoran Radović - Beograd, Serbia

Mario Primorac - Croacia

DT - Dušan Ivković, Beograd, Serbia